El periodista y poeta Roberto Iglesias falleció el pasado viernes 15 de febrero en Logroño. Una muy triste noticia para la Asociación de la Prensa de La Rioja que pierde con Roberto a uno de sus más eruditos asociados. A pesar de pertenecer a una generación a la que no se le exigió estudios universitarios para ejercer la profesión, Roberto cursó la carrera universitaria en Ciencias de la Información cuando ya pintaba canas y gozaba de la tranquilidad laboral del periódico, compaginando el trabajo con sus desplazamientos a Pamplona y  demostrando con su gesto un gran respeto por el periodismo.

Asturiano de nacimiento, pero riojano de pro, Roberto (Mieres, 1946) encarnaba la perfecta figura del intelectual, lúcido y erudito, gran conversador y escuchador, clarividente y mordaz con la actualidad, pero siempre cariñoso.

El compañero Miguel Ángel Rojo, a quien se le encomendó no cualquier semblante, le recordaba en el Primera Plana que le entregó la Asociación con motivo de su jubilación como “ese compañero crítico y heterodoxo, ejemplo y modelo inalcanzable para reporterillos y jovenzanos que le veíamos como un ilustrado y barbado y jurador ex monje del monte Athos trufado de finísima coña marinera”.

Roberto era un hombre  culto además de ser periodista, lo que sin duda es ser algo mucho mejor. Por suerte “se despidió de este errabundo del oficio a tiempo, cuando las redacciones comenzaban a ser calcos de oficinas de seguros y se repetían los cursos informáticos para el pelotón de los torpes…”.

Tras dejar el periódico La Rioja, donde trabajó casi tres décadas,  Roberto llevó a cabo otra más de sus audacias: poner en marcha en el año 2000 El Péndulo, una publicación que desde Logroño consiguió durante casi un lustro consolidarse entre las principales revistas culturales de España, que se vendía en todas las ciudades y  que reunió entre sus más de un centenar de colaboradores a personas relevantes  del cine, el teatro, la música, las artes plásticas y la fotografía del panorama nacional.

El Péndulo era como el propio Roberto, su fiel reflejo: elegante, de original y cuidado diseño, esmerado en el tratamiento de la fotografía, profundo y cosmopolita y sobre todo atrevido. Muy atrevido.

La Asociación de la Prensa de La Rioja transmite su pésame a Chu, la luz y el todo de Roberto y a sus queridos Ivo, Millán y Olalla que han conseguido regalarle a su padre el mejor hogar para su despedida.

 Adjuntamos el PRIMERA PLANA que le entregamos con motivo de su jubilación